Vivimos tiempo de despojo pero también de múltiples resistencias y defensa de lo común. Durante siglos la acumulación capitalista se realizó a través de la plusvalía, ese excedente de trabajo que no le era pagado a los obreros que lo producían. Aunque sigue existiendo, no es el centro de las ganancias de los dueños del dinero sino la conversión en mercancía de los bienes naturales que por mucho tiempo fueron considerados comunes para muchas personas y comunidades, los cuales son indispensables para la vida como el agua y la biodiversidad, entre los más importantes. Por eso, la explicación a este fenómeno la academia lo califica como acumulación por desposesión, mientras las resistencias a ellas, se les denomina movimiento mexicano, luchas por la vida.
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