Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Los avatares del idioma castellano en América, en sus diversos afluentes, han contribuido a la riqueza idiomatica de los países hispanoamericanos.
Buscar la unidad de lengua entre ellos no es atentar contra tal riqueza, sino mas bien vigorizar las simpatías y las relaciones de estos pueblos "hasta hacerlos uno solo". Es la idea que quieren compartir estas paginas sabias y amenas extractadas de una de las obras fundamentales de su autor.