Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
El autor parte de los antecedentes griegos y medievales de la teoría de los signos, y dedica especial atención a la semiótica y filosofía del lenguaje en Santo Tomás y Raimundo Lulio, estudia diversos autores de la escolástica del Siglo de Oro español y el México colonial, caracteriza la semiótica moderna en Locke, Leibniz, Pierce y Morris y finalmente completa su experiencia con la visión analítica del lenguaje y la línea estructuralista.