Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
Esta obra invita al lector a conocer la importancia del lenguaje y de las lenguas como señas de identidad de una comunidad, vehículos de comunicación y socialización que proporcionan mucha información sobre quiénes somos y cómo somos.
Es necesario tomar conciencia de la importancia que tiene para el ser humano el mantenimiento de la riqueza y la diversidad etnolingüísticas, un aspecto que debe tener muy en cuenta el lingüista cuando interviene en la forma o la función de las variedades lingüísticas con medidas como la oficialización de una lengua, la elección de un determinado sistema de escritura, la creación de una variedad estándar, etc. Todas estas cuestiones de política y planificación lingüísticas se tratan con especial dedicación en este libro. Asimismo, se aborda cómo los hablantes le otorgan al lenguaje un carácter normativo y las consecuencias que de ello se derivan para la ciencia lingüística.