Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Los chakras constituyen la conexión entre nuestro esforzado cuerpo físico y la energía que nos rodea. En términos eléctricos, actúan como un transformador entre los dos. Como tal vez sepa, su ordenador portátil no se puede conectar directamente a la red eléctrica sin hacer saltar su circuito. Necesita un cable especial con un transformador para convertir la corriente. Podría decirse que el prana es la energía vital que nos atraviesa, como electricidad. Y los chakras son los transformadores que conectan nuestros ordenadores sólidos físicos con la energía de nuestras capas no sólidas. También podemos imaginar los chakras como ventanas, o portales, entre el cuerpo físico y el cuerpo energético. Cuando funcionan bien, las ventanas desempeñan un trabajo esencial al permitir el paso de la luz y el aire al interior de un edificio. Si cerramos las ventanas de manera permanente y bloqueamos la luz con cortinas pesadas y pilas de trastos, las estancias empezarán a resultar pesadas, insalubres y sofocantes. Si, en cambio, las dejamos siempre abiertas, las habitaciones parecerán desprotegidas y resultarán incómodas, sobre todo si hace mucho viento o frío. Los chakras sanos, como las ventanas saludables, necesitan una buena limpieza ocasional para permitir la entrada y la salida de la energía. Si sus chakras no están sanos y se han atascado en un estado totalmente abierto o cerrado, es muy posible que necesiten un ajuste a fondo. Este libro le enseñará a detectar los chakras faltos de salud y a sanarlos