El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En 1839 los rumores sobre unas extraordinarias ruinas de piedra enterradas en las selvas de Centroamérica llegaron a oidos de dos de los exploradores más intrépidos del mundo