Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Estas páginas tienden un puente entre Luis Barragán y su obra: entre la vida interior de un artista y su arquitectura. Ellas constituyen probablemente el primer acercamiento biográfico a un personaje tan significativo para el arte de México y para la arquitectura del mundo. Los renglones de este libro van dibujando una piel y unos sueños que dan vida a los retratos de Luis Barragán que nos legaron los fotógrafos y dan sentido a los materiales, las formas y los volúmenes que son el cuerpo de las obras de arte que él edificó. Su biblioteca, ahora accesible gracias a los empeños de la Fundación de Arquitectura Tapatía, nos entreabre algunos recintos de sus moradas interiores que habían permanecido enexplorados.