Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
De todos los sentidos el único privilegiado es la vista, capaz de apresar la realidad tanto conceptual como su imagen.
Acorde con la citada jerarquía otorgada por María Zambrano a la pintura como manifestación artística a todas luces excepcional, que mejor sitio que techumbres, bóvedas y cúpulas para aunar dos trascendencias: metafísica y pintura: teología y su explicación plástica.
De tal manera que estas construcciones sagradas se conviertan como se pensó en el arte romántico en el nexo efectivo, tránsito entre la tierra y el cielo.