Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
De todos los sentidos el único privilegiado es la vista, capaz de apresar la realidad tanto conceptual como su imagen.
Acorde con la citada jerarquía otorgada por María Zambrano a la pintura como manifestación artística a todas luces excepcional, que mejor sitio que techumbres, bóvedas y cúpulas para aunar dos trascendencias: metafísica y pintura: teología y su explicación plástica.
De tal manera que estas construcciones sagradas se conviertan como se pensó en el arte romántico en el nexo efectivo, tránsito entre la tierra y el cielo.