Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
El océano del cine es infinito y cada espectador lo puede recorrer a placer en su particular submarino amarillo. "No concibo la vida de nuestros días" dice el autor de Océano de películas sin la referencia cinematográfica. Los hechos que los filmes narran, sus escenarios y propuestas visuales, la música que en ellos se escucha y los gestos, voces y presencias de sus intérpretes amalgaman un todo caleidoscópico que inevitablemente se filtra en sueños y conciencia. Este importante ascendiente que tiene el cine sobre la mentalidad contemporánea es aquí asumido y analizado en una noveleta atípica titulada. El submarino amarillo, que seguramente el adicto al séptimo arte disfrutará. Lo demás es un añorante paseo por los años de esplendor -los de James Dean, el estallido del rock y el espíritu del 68- y un amplio recorrido por el territorio ahora minado pero siempre sorprendente en que sobrevive, indomable, el cine mexicano.