Un payaso y una bailarina tienen miedo de confesarse su amor. Dudan de que el otro sea capaz de entender y de no lastimar sus sentimientos. Sin embargo, contar ante un público la historia de amor entre un caracol y una margarita, a quienes les pasa exactamente lo mismo que a ellos, los lleva a resolver el problema. Esta obra de Tenorio enriquece el panorama de las ediciones de teatro para niños y para público joven. En esta historia no hay una moraleja, sino una verdad sencilla: detrás de una bailarina está una mujer enamorada de un hombre, y detrás del payaso está un hombre enamorado de una mujer.