Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Hacia finales del siglo XX un grupo considerable de estudios históricos mantenían la convicción de que el imaginario arquitectónico moderno mexicano es fundamentalmente la representación de una identidad natural mestiza.Las manos indígenas de la raza española de Johanna Lozoya, ofrece una reflexión sobre la invención de los nacionalismos durante el siglo pasado, a través de la arquitectura.Si el mestizaje cultural es una forma de pertenencia cultural compleja, este libro plantea las preguntas esenciales sobre el ser nacional con el fin de incrustar la historia de nuestra manera de ocupar el espacio público dentro de una nueva lectura sobre las identidades compartidas.Al inicio de este siglo, nos dice la autora, un número considerable de historias de la arquitectura nacional estiman que las identidades no son negociables, cuando el caso es justo el contrario; los relatos nacionales son, a fin de cuentas, eso: historias, narraciones, construcciones intervenidas por toda la sociedad.De esta manera, las artes plásticas, la arquitectura y la nacionalidad quedan unidas en este brillante trabajo de reflexión sobre un aspecto particular de la cultura mexicana.