La historia de la producción pictórica de Cecil Crawford O´Gorman, así como este libro, reeditado facsimilarmente luego de setenta y cinco años, hablan de una necesidad de duración.El pintor de origen irlandés, por medio de la técnica dry brush, creó su obra de caballete. El artista hizo de su obra una especie de fuga interior paradójica: una afirmación insistente en una creencia pictórica antigua, pero que celebrara la vida en su presente; una confirmación artística y una demostración de su necesidad de permanencia en la tierra. La pintura de Cecil Crawford es un ejemplo de la diversidad de expresiones del arte mexicano durante la primera mitad del siglo XX. Tanto Manuel Toussaint como Guillermo Tovar de Teresa dejan testimonio de esto en sus escritos; textos que aportan al lector un contexto amplio de la creación y la vida del pintor. Las imágenes, a la vez protagonistas y testimonio, son muestra clara de la perfección técnica y del buen gusto en el arreglo de las figuras que poseía su creador.