El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Este libro es un viaje que atraviesa una ciudad decadente y un cuerpo poseído por el demonio del rock. Parte de un brindis y llega al fin del mundo, un lugar idóneo para amortajar las tinieblas de la cruda con un vodka. En este compendio etílico, lleno de visiones urbanas y frases que no disimulan su irreverencia, Villalobos le ha prendido fuego a nuestros peores lugares comunes.