Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
Como todo buen cronista, David Lida permite que sean los propios personajes y situaciones los que hablen, sin emitir juicios o ensalzarlos. Los retrata como son y de esta manera nos comparte una mirada personal que se ha posado tanto en los lugares más recónditos e inhóspitos de la ciudad como en aquellos protagonistas que por ser tan cotidianos y visibles escapan a nuestra atención.Aborda con la misma precisión y desapego a unos mercaderes de parafernalia nazi en el mercado de La Lagunilla, los «lagunazis», a un músico de un trío que no triunfó en Hollywood porque el presidente del sindicato de actores de ese entonces, Charlton Heston, les prohibió quedarse allá, al pintor irlandés Phil Kelly o a una de las máximas socialités de nuestro país. De esta forma, a partir de una colección de lúcidas estampas, logra configurar una imagen nítida y de contornos difusos, que es fiel a lo que se refleja: la ciudad de México en su inabarcable e inagotable diversidad.