Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Desde su descubrimiento a principios del siglo XVI, el Laocoonte ha sido considerado un insuperable ejemplo de expresión del dolor, un modelo de inspiración para los artistas y el punto de inicio de cualquier discusión sobre la capacidad representativa de las artes figurativas en confrontación con las literarias. A pesar de ello, una serie de preguntas cruciales permanecen sin respuesta: ¿El Laocoonte que vemos en los Museos Vaticanos es un original griego o una copia romana? ¿Cuál era el significado de la representación y el nivel estilístico de sus artífices? ¿Cómo interpretar las palabras de la única fuente antigua que menciona el tema, Plinio el Viejo? ¿Cómo entender el Laocoonte Vaticano en relación con otros Laocoontes representados en el arte antiguo antes y después de esta obra de un modo tan diferente?
Salvatore Settis ofrece un original recorrido interpretativo del Laocoonte. La historia de su fama, desde la Antigüedad hasta el descubrimiento del siglo XVI y hasta nuestros días, enmarca un análisis renovado de las fuentes y un examen riguroso de los módulos estilísticos. El volumen se completa con una amplia selección de documentos y de textos poéticos y literarios del siglo XVI dedicados al Laocoonte, una nota sobre la historia de las restauraciones y una seria de fotografías de la escultura realizadas expresamente para este libro por Pino dellAquila.