En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
El académico y documentalista Carlos Mendoza sitúa al documental contemporáneo frente a sus fronteras, espejos e intentos de acotarlo o mediatizarlo con modas y redefiniciones, para establecer distancia frente al documental clásico, aquel que se asume como herramienta comprometida en construir una visión del mundo y aportar conocimiento sobre las diversas realidades humanas. Avatar puede ser una transformacion o cambio de una persona o hecho, pero tambien puede ser visto como remedo o simulación, Así Mendoza nos alerta, en los cinco ensayos del volumen, sobre los riesgos de que el juego de novedades y esteticismos alejen al documental de su referente real. Mas que atacar al documental de vanguardia denominado generalmente cine de no ficción, el autor advierte sobre el intento de su imposicion a travéz de foros, festivales, premios y demas ventanas de exhibicion. Se trata de un documental y de una retórica que lo promociona que subraya una estética eurocentrista posmoderna, que minimiza los problemas sociales, particularmente locales, que mitifica el escepticismo y las temáticas individualistas y sobredimenciona un sentido artístico del documental. Avatares del contemporáneo mantiene el debate sobre este cine como instrumento de cambio o punto de reflexión y sobre las complejas relaciones entre objetividad y subjetividad que, si bien inherentes al propio documental y a la mirada de sus realizadores, pareciera justificar el divorcio con el compromiso social que subyace en la no ficción de vanguardia, desde donde se fomenta el mercantilismo, y la figura del cine de autor, el entretenimiento e, incluso, la desinformación.