Hoy día parece obvio reconocer el estatuto artístico de la fotografía, sobre todo cuando los museos de arte se interesan cada vez más por su presencia en los acervos, en un proceso desencadenado por el MOMA poco después de su fundación, en 1929. Más aún cuando se observa la inexorable persistencia de lo fotográfico en la producción artística del siglo XX, principalmente desde la posguerra hasta la actualidad.