Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Los encantadores de gusanos se presentaron en unas tierras del señor Brasen. El señor Brasen dijo que los hoyos estaban arruinando el prado. Pero, ¿dónde están? En efecto, era extraño que no hubiera hoyos de gusanos. Era casi como si el señor Brasen les hubiera dicho un montón de mentiras.