El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Predomina en El reposo del fuego un agudo sentimiento de fugacidad de todo lo existente; lo más precioso que tenemos es nuestra fugacidad. Pacheco (1939) descubre que no somos eternos como nos habían enseñado, sino seres fugaces. Se trata de un gran poema unitario, dividido en tres partes o cantos, en el que José Emilio Pacheco (1939) se revela en plena madurez de sentimiento y de expresión.