Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La bibliografía dedicada a la obra de Octavio Paz es ya muy numerosa, sin embargo los investigadores siguen ofreciendo interesantes hallazgos y novedosas hipótesis de lectura en su aproximación a la obra del autor de El laberinto de la soledad, en especial a los años de gestación de su vocación literaria. Entre los estudiosos del Premio Nobel uno de los más activos es Anthony Stanton, quien le ha dedicado importantes páginas. Stanton se ha ocupado no sólo de desentrañar misterios bibliográficos y determinar fuentes y zonas de influencia sino también de situarlo en el viaje colectivo de la lírica latinoamericana, como muestra su libro Inventores de tradición, ensayos sobre poesía mexicana contemporánea. El libro que ahora se publica es una pieza más de la fascinante biografía del poeta Octavio Paz.