Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
El retrato de personajes y de caracteres da un lugar especial en la literatura mexicana a Heriberto Frías. Es un rasgo que está presente en sus mejores novelas, Tomo chic y El último Duelo, pero en donde mejor y más consistentemente lo exploto fue en sus escritos periodísticos. Los relatos de La cárcel y el boulevard fueron seleccionados entre el amplio y diverso elenco que formó Frías a lo largo de los años y estos, en particular, provienen de su experiencia directa en la cárcel de Belem y en las calles de San Francisco y Plateros de la capital del México del siglo XIX. Muchos de estos retratos se leen como relatos breves, pero su aguda prédica moral y su realismo los convierten en un espejo ante los ojos del lector.