Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
El retrato de personajes y de caracteres da un lugar especial en la literatura mexicana a Heriberto Frías. Es un rasgo que está presente en sus mejores novelas, Tomo chic y El último Duelo, pero en donde mejor y más consistentemente lo exploto fue en sus escritos periodísticos. Los relatos de La cárcel y el boulevard fueron seleccionados entre el amplio y diverso elenco que formó Frías a lo largo de los años y estos, en particular, provienen de su experiencia directa en la cárcel de Belem y en las calles de San Francisco y Plateros de la capital del México del siglo XIX. Muchos de estos retratos se leen como relatos breves, pero su aguda prédica moral y su realismo los convierten en un espejo ante los ojos del lector.