Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Este ensayo es el retrato de una de las generaciones más interesantes en la historia moderna de México: la de un grupo de amigos y condiscípulos que se inició a la vida universitaria en medio del fragor de la revolución mexicana. Son sus claves el tono y el temperamento que Manuel Gómez Morín (1897-1972) depositó en este ensayo autobiográfico. El impacto de este libro se podría rastrear en escritos como Pasado inmediato de Alfonso Reyes, un autor ciertamente ajeno a la generación de Gómez Morin, e incluso en las páginas autobiográficas de uno de sus maestros, José Vasconcelos. Sólo que en este caso, gracias a los materiales documentales que completan esta edición de 1915, es posible formarse una idea del impacto que este ensayo tuvo en algunos de los mismos personajes que figuraban en el círculo inmediato de su Gómez Morin, como Xavier Icaza, Antonio Castro Leal y Luis Enrique Erro. No obstante su brevedad -característica de los escritos de Gómez Morin-, este libro define con claridad el repertorio de alternativas vitales e intelectuales que aparecieron en el horizonte de una generación impactada en la misma medida por la violencia de la lucha revolucionaria que por el espectáculo del mejor de los mundos posibles que tal sacudimiento abrió ante sus ojos.