Blaise Pascal (1623-1662) hombre de su tiempo, concilió el estilo del pensamiento directo con el arte de una retorica persuasiva, que empleaba a un tiempo la paradoja, el asombro y la sorpresa. Esta caracterÃstica estarÃa presente por igual en los dos objetos de su estudio: las ciencias fÃsicas y la antropológica cristiana.
Julián Meza hace de la vocación literaria una manesa, para él la más importante y profunda, de pensar el mundo. Por eso en sus ensayos -Ángeles, demonios y otros bichos, Bestiario de la modernidad mexicana- se ve clara y plenamente al novelista -La huella del conejo, La saga del conejo, La feria de los lacayos-, al narrador que crea personajes que son ideas sin dejar de ser personajes. A la vez, en sus libros de ensayos se ve como las hipótesis recurren a los artificios de un personaje de cuento, nos seducen con su belleza y agilidad, a veces con su heterodoxia o su valentía, de manera que al provocar empatía de tipo afectivo las entendemos mejor. En este sentido su libro Cándidos y tartufos resulta ejemplar y a más de quince años de su publicación sigue siendo una llamada de atención e la búsqueda de un pensamiento sin dogma.