El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Julián Meza hace de la vocación literaria una manesa, para él la más importante y profunda, de pensar el mundo. Por eso en sus ensayos -Ángeles, demonios y otros bichos, Bestiario de la modernidad mexicana- se ve clara y plenamente al novelista -La huella del conejo, La saga del conejo, La feria de los lacayos-, al narrador que crea personajes que son ideas sin dejar de ser personajes. A la vez, en sus libros de ensayos se ve como las hipótesis recurren a los artificios de un personaje de cuento, nos seducen con su belleza y agilidad, a veces con su heterodoxia o su valentía, de manera que al provocar empatía de tipo afectivo las entendemos mejor. En este sentido su libro Cándidos y tartufos resulta ejemplar y a más de quince años de su publicación sigue siendo una llamada de atención e la búsqueda de un pensamiento sin dogma.