Según el mismo autor lo advierte, este libro de Sergio Fernández (Guadalajara, 1926) cierra su largo y fructífero ciclo narrativo, iniciado con la publicación de su primera novela, Los signos perdidos (1958), a la que se sumarían más tarde En tela de juicio (1964), Los peces (1968), Segundo sueño (1976), Olvídame. Novelas de amor para la monja portuguesa (1955), Miradas subversivas (1997) y Los desfiguros de mi corazón (1999). Sin duda, un brillante ciclo que lo acredita como uno de los escritores mexicanos más sugerentes, innovadores y provocativos de nuestra época.Aunque Sergio Fernández pertenece a una generación de narradores tan notables como Carlos Fuentes, Salvador Elizondo y Juan García Ponce, su obra se distanció rápidamente de la de sus contemporáneos. Casi siempre leída con prisa y desatención, se le ha calificado de "barroca y excéntrica". Sin embargo, la realidad es otra. Basta la relectura de dos de sus libros fundamentales, los peces y Segundo sueño, para constatar que Fernández ha bordado sus novelas con hilos preciosos de complejidad y exuberancia avasalladora de significados.En Todo para los dioses retorna al mito del andrógino, perseguido de denuedo a lo largo de su vocación de escritor. Libro construido sin concesiones ni mendacidades y que, según sus palabras, gravita sobre "las experiencias del cuerpo, al desnudo", pues éstas "tienen lejanos hilos donde se acogen para no caer en el vacío".El lector hallará aquí, relatadas con su inimitable sintaxis y melancolía, "experiencias íntimas vividas en carne propia o a través de terceras personas, con un referente inmediato y sin careta alguna".Libro con el que se despide de la literatura escrita, y que, nos refiere, es "el único que me ha puesto a temblar porque pertenezco a la pelea pasada y algunas cosas aún me alarman; sin embargo, con él me curo de espanto. Ahora ya puedo pensar o decir lo que quiera...".