Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
La muerte y el amor constituyen el flujo central del quehacer poético de Luz Elena Cabrera. Muchas son las caras de la muerte en una cotidianidad ajena a conflictos violentos. La sombra misma es una búsqueda profunda y personal que atraviesa por tres estadios correspondientes a las tres secciones de este volumen: la muerte del padre, la muerte de la madre y, al final, la muerte propia. Su escritura intenta descarnar el sufrimiento de anticipar la muerte, de presenciarla, del duelo que pasa por la pérdida, hasta el momento en que se llega a hacer las paces con la pena, con la rabia y con la ausencia. En estos poemas el dolor, por turnos, aumenta hasta llegar a l delirio o alivia tocando el alma. Escritos para ser leídos en voz alta, llenos de una gran riqueza rítmica, piden al lector que beba hasta el fondo del vaso que contiene todo el mar, todo el luto humano.