Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Corpus: ficciones sobre ficciones recorre un camino múltiple: de la sátira romántica y el humor negro hasta el relato de atmósferas existenciales o el mundo onírico. Se trata de un libro caleidoscópico que no persigue explorar un modo de la escritura, sino abrir diversas alternativas. A cada momento, sus personajes atentan contra un cosmos de niebla gris que lo envuelve todo. Las situaciones y geografías varían de relato a relato. Los tonos, las atmósferas, igualmente se dispersan. Cada uno de los cuentos pide su estilo para estilo para ser contado. En algunos, la soledad y la mirada femenina se (con)funden en un ritual donde el erotismo es la única llama que no se extingue. En otros, los personajes narradores tratan de encontrar (con luminoso o retorcidos recursos) las palabras que puedan describir sus extrañas esencias imaginarias. La palabra es creación y espejo del mundo, tierra firme o tormenta en el fondo del mar.