Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En Desiertos Hugo Alfredo Hinojosa emprende un viaje a través de distintas voces interiores por el mundo de los desahuciados y exhibe los gritos angustiosos de un grupo de hombres atrapados en la caja de un tráiler. Asimismo, las escenas inconexas que ayudan a volver compleja la obra retratan la decadencia humana siempre vigente. Por otra parte, las piezas teatrales Charlie y Equilibristas logran redondear con perfección las imágenes oníricas y los sucesos llenos de angustia y adversidad que sufren sus personajes ante la cotidianeidad abismal. En este libro el autor conjuga Tiempo y Espacio para proponer situaciones que ponderen la tragedia humana y asume su madurez trasladando los espacios o núcleos de la frontera --como la casa y la familia-- hacia sitios más abiertos, hacia una futura construcción escénica sólida.