Nueces de Pedro Serrano es un complejo cuadro de naturaleza muerta donde la corteza del fruto oculta la vida de las cosas. Corteza dura en apariencia o, mejor dicho, dura pero obediente al poder de las metáforas que todo lo penetran, que todo lo transforman, que ven la intrincada trata del mundo en todo la transformación. El ser humano parece ausente, sólo los objetos insisten en importar su presencia, pero, un libro de verso alegremente libre, destaca una rima reveladora.