Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Juan Álvarez Pérez es originario del paraje Pinabetal, Chilón, Chiapas y su lengua materna es tseltal, perteneciente a la familia lingüística maya. Entre sus obras publicadas se encuentra Así canta la muerte (Jich ya xk'ayin te lajele), 2006; y es coautor de las colecciones colectivas Del caos a la palabra, 2001; Distintos colores de la tierra, 2001; Delirio de sombra, 2004, y Vapor de luz(Sabxojob), 2007, divulgadas por el Centro Estatal de Lenguas, Artes y Literatura Indígena de Chiapas. Ha participado en diversos encuentros literarios, seminarios y talleres.En la presenta obra Lubenix te ch'aben /Se ha cansado el silencio, el autor expresa: "Mi corazón es savia de agua / que entona la melodía del aliento, / en mis venas se destila la luz / y vibra mi gran sabiduría". A través de este texto, el escritor nos comparte la cosmovisión de su pueblo, para que ésta y las futuras generaciones retomen las enseñanzas de sus ancestros, con la finalidad de revitalizar la lengua y la cultural tseltal que, hoy por hoy, constituye un aporte literario que enriquece a la cultura nacional y continental.En el año 2010, con el presente libro, el poeta fue merecedor del Premio Continental de Literatura en Lenguas Indígenas Canto de América, otorgado por Escritores en Lenguas Indígenas, Asociación Civil en agosto de 2010, con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Esta Asociación, en coedición con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, contribuyen al fortalecimiento de las lenguas originarias de América.