En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
La comprensión de la comunidad y la comunalidad como se han venido reconstruyendo y redefiniendo en muy distintos y distantes ámbitos a través de las luchas políticas de resistencia a la dominación liberal exige un pensamiento que autorice audacias proscritas por la ley del individualismo reinante. Un pensamiento que recupere y reactive los valores de lo común, o comunitario, o comunal otrora perforados por debajo de la línea de flotación por los tramas desastrosa de la historia y por los arduos debates en torno a sus oscuridades y por el control liberal de las redes narratológicas sancionadas. Un pensamiento que reconozca lo ganado y acepte lo sacrificado inútilmente, que legitime de nuevo lo comunitario y afile sus eficacias de modo que tengamos una nueva, más rica, multifacética y niveladora descripción de los sistemas sociales que habitamos hoy por hoy.