El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Un rehilete puede ser varias cosas: un molinillo de viento, las banderillas que el torero le clava al toro o bien, un dicho malicioso: una pulla o puya.