Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Francisco Bulnes comenzó a escribir este libro en 1912, cuando Madero era presidente y Porfirio Díaz vivía en París, tras la caída de su régimen; y lo concluyó en 1920, al regresar del exilio, siendo presidente Adolfo de la Huerta, miembro del grupo militar sonorense, que dominaría por un periodo la etapa posrevolucionaria. Es un libro que mira hacia su pasado inmediato y, también, a su difícil presente. ¿Cómo fue que Díaz gobernó el país de 1876 a 1911, sin aparente oposición? Ésta es la materia del libro de Bulnes. Más allá de simplemente explicarlo, el polémico escritor creyó hallar su justificación como un intérprete, sociólogico y político, de la realidad mexicana. Queda para la crítica el afirmar en qué medida lo logró. Dictadura y revolución son los conceptos rectores en su argumentación, salpicada de juicios y conclusiones polémicos con la concepción de la nueva realidad mundial y nacional en los primeros años del siglo XX. Una visión penetrante y apasionada al juzgar una revolución social que, como la mexicana, implicó más que las revueltas militares decimonónimas, a las que la paz porfiriana había puesto fin en su búsqueda de un progreso económico.