Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Gracias a escritores como los de este libro, Vicente Quirarte, Martha Robles, Alejandro Rosas y Roberto Ramos, más la vasta cantidad de análisis, biografías, reseñas, libros, homenajes, obras de teatro y videos de este año conmemorativo de 2013, en el centenario de su sacrificio, y de manera importante al legado visual y mueble de la casa Museo Belizario Domínguez, podemos tener en nuestro pensamiento una representación magnífica de Don Belizario.El asesinato del senador Domínguez fue crucial para el declive de la dictadura de Huerta, permitió sentar las bases del reconocimiento en México de la libertad de expresión como condición indispensable para la construcción de un régimen plenamente democrático. Uno que ha sido tarea de varias generaciones a partir de los movimientos políticos y armados que conocemos como la Revolución mexicana. Para esas generaciones, incluyendo la nuestra, el pensamiento y la acción de Don Belisario Domínguez Palencia ha servido de singular ejemplo. El permanecerá siempre presente entre los ciudadanos dignos.