Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Tabasco: el diluvio que viene, de Gonzalo Martré, nos muestra a un narrador en plenitud de sus habilidades literarias y con una visión satírica cada vez más acentuada que le sirve para denunciar la corta estatura moral de nuestros gobernantes. Cada uno de los tres relatos catastróficos que integran el libro contienen tramas bien urdidas, vienen llenas de suspenso y construidas con un lenguaje preciso y, como siempre, se pasea por nuestras desgracias de manera burlesca. Asuntos y circunstancias se vuelven agridulces en cada párrafo leído. El primer relato Tabasco: el diluvio que vine, nos ubica en el sur de México y vemos como ese edén se destruye por los azotes de la naturaleza, pero sobre todo por la ineptitud de las autoridades que son inextinguibles en nuestra realidad.