Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Gibrán Domínguez (Chiapas, 1987) es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UANL. Ha sido editor del boletín del Centro de Estudios Parlamentarios de la misma universidad, así como asesor parlamentario en la Cámara de Diputados. Ha colaborado en publicaciones como Vida Universitaria (Gaceta de la UANL), El grito, Relatos e historias en México, y Adefesio Magazine. En 2008 obtuvo el segundo lugar del IX Certamen de Ensayo Político, organizado por la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León.
A la manera de Dashiell Hammett o Raymond Chandler, Gibrán Domínguez nos conduce, en El vapor y el espejo, por los bajos mundos de la corrupción y el asesinato; las noticias equívocas y la desinformación, no desde el crimen organizado y el narcotráfico, sino desde los sótanos del poder político. Una novela de andamiaje sólido y sentido del humor tétrico; donde su protagonista, Ramón Alcántara, responsable de la morgue, recibe el encargo de guardar por unos días un cadáver especial, con discreción y sin hacer preguntas. La llegada del cuerpo y una serie de notas misteriosas, que van apareciendo conforme pasan los días, lo llevan de la curiosidad al sobresalto, hasta involucrar a su propia
ex esposa; lo que hace de esta obra una especie de laberinto en el que aparecen y se atan cabos, además de sumarse personajes cada vez más siniestros.