Entrañable historia familiar, crónica de una España del siglo XIX conservadora y tradicional, que la autora, directamente relacionada con los personajes de la misma, se encarga de desmitificar. Amenamente escrita, con el lenguaje propio de quien vivió dos aprendizajes: el español trasnterrado y el aprendido en la escuela y la calle, resulta muy divertida con sus dichos que nos recuerdan ambos países. Tere Márquez nos lleva por los recovecos de aquella sociedad en que se toleraba casi todo, siempre y cuando no se rompiera con el orden establecido. La autora muestra al lector costumbres y conductas de la sociedad española decimonónica, reconstruye y con ella rescata un mundo aparentemente dejado atrás.