El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Mientras otros se proponen escribir literatura, yo no pretendo más que mostrar mi espíritu. La vida es calcinarse con preguntas. Yo no concibo la obra separada de la vida. No quiero una creación separada ni concibo a mi espíritu separado de mí mismo.