Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
El dueño de las estrellas de Alarcón no solo es una obra muy bien construida y de argumento intrigante sino incluso (entre otras muchas virtudes) perfectamente moderna en su alocada y bien resulta irreverencia con respecto a los modelos literarios originales. El tema de El dueño de las estrellas es claramente el de la predestinación contra el libre albedrío, una de las cuestiones fundamentales durante el debate teológico de los siglos de oro y punto central que distingue la tragedia española áurea. Es una obra que responde a la estructura común de la comedia de los siglos de oro: dividida en tres actos, y su extensión es de 2750 versos.