Christopher Okigbo (1930-1967), poeta nigeriano, es uno de los referentes de mayor importancia en la poesía africana actual. No fue un escritor prolífico, murió joven, combatiendo al gobierno de su país en la lucha por la independencia de Biafra. Sin embargo, su obra muestra la profundidad de su pensamiento que es a la vez político, religiosos, moderno y cosmopolita. Okigbo es gran conocedor de sus propias tradiciones y a la vez gran admirador de los poetas modernistas europeos y norteamericanos que eran sus contemporáneos. Solía añadir fragmentos de textos de otros escritores porque quería hacer lo que Eliot y Pound habían hecho con notoriedad: establecer un linaje y una tradición poética propios de un escritor de todo el mundo. De hecho, rechazó el Premio de Poesía del Festival Mundial de Artes y Culturas Negras en Kakuar en 1966 manifestando que no quería ser conocido meramente como un poeta negro o africano. Okigbo tiene además una peculiar relación con la poesía latinoamericana de mediados del siglo XX, ligada al hecho de ser católico y poseer un sentido religioso profundo que se hace presente en este libro. Puerta del cielo es un poema de la secuencia pascual transformada en una súplica a la Madre Idoto. Detrás de Idoto, patrona elegida, estaba la Virgen María, no como musa sino como la mediadora de todas las gracias. La Pascua, en cuanto liturgia, le ofrecía a Okigbo una estructura formal de palabra y de gestos con los cuales pudo empezar a expresar sus tiros paralelos. Su lenguaje es clásico y vanguardista al mismo tiempo, es un lenguaje sincrético que hace evidente de manera sutil los paralelismos existentes entre la poesía latinoamericana y africana de su tiempo. Continuando con su tarea de difundir a representantes de la literatura africana, con Puerta del cielo la editorial Mangos de Hacha pone en las manos de los lectores la obra del poeta nigeriano, Christopher Okigbo, una de las figuras fundadoras del desarrollo de la literatura moderna en África.