Esta novela pudo iniciar con una tortura: Cuauhtémoc, el águila de desciende a la que fue conocida como Venecia la Rica, observa displicente como les queman los pies a dos hombres barbados, semidioses falsos, en busca del tesoro robado a Motecuhzoma en aquella lejana Noche Triste que registra la primera guerra ganada por los mexics a un ejercito extranjero. Pero Marcial Fernandez, autor de esta novela de humor negro, prefiere tal escena para la versión cinematografica de Máscara de Obsidiana.