Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Una novela que sigue el devaneo existencial de una fotógrafa por diversos rincones y calles de París. Gran admiradora de Diane Arbus, Diana, la protagonista, quiere continuar el cambio de dicha artista estadounidense y se embarca en una indignación visual del cuerpo desde perspectiva marginal y mórbida. uno de los mayores logros del ibro es la manera en que la búsqueda llamémosle espiritual de Diana, exiliada motu propio de su país, empieza a correr paralelamente a un interés cada vez más obsesivo por las rutas torcidas de la enfermedad y la muerte.