Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Poemario escrito en verso libre, dividido en cinco secciones: A ras: búsqueda de las fronteras de la experiencia individual y la delgada línea que la separa de lo colectivo; Nocturnos: como su nombre lo dice, se hace una exploración de la noche, pero también de la oscuridad y el ocultamiento; Borradores, garabatos y mohines: mediante el uso de distintas formas poéticas (quizás en oposición a las usadas en las dos secciones anteriores) se parodian, ironizan o desmitifican algunos hechos considerados como tópicos de la poesía; Esa marca de agua: testimonio de ciertos hechos, personas u obras que de alguna manera han determinado la sensibilidad del autor o han dejado una huella en su escritura (entre ellos, la experiencia amorosa) y, finalmente, Más desnudos: se plantea la posibilidad y la necesidad de una estética de la desnudez. Como advierten los epígrafes que anteceden al libro, el eje de sus textos es la experiencia corporal y, ya sea expresa o veladamente, éste es su principal elemento de cohesión.