Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Luis Braille deseaba sentir el mundo que no podía ver. Ahora, con el código que creó, muchas personas superan sus obstáculos y leen el mundo. Él abrió los ojos de los invidentes para que tuvieran el poder de ver, acrecentando el conocimiento.