Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Es un libro que trata un tema muy en boga en la sociedad, tal es el relacionado con las personas con discapacidades físicas y su integración en la sociedad. Adriana Zumaya, la autora, nos narra la relación entre dos hermanos: Mateo de 11 años, quien padece sordera, y Darío, de 7 años, quien no tiene problemas para escuchar. A lo largo del texto, mediante risas y enojos entre ambos, y de reproches a Darío por parte de sus padres, se muestra la cotidianidad de Darío.