Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Los cuentos de Rodríguez Liceaga bailan en las profundidades del alma más allá de las anécdotas narradas de manera sencilla, pero precisa, están las preocupaciones que aquejan al Hombre: la orfandad, lo otro, la soledad, los amigos, las creencias religiosas y la literatura con todos sus disfraces. En un mundo en el que cualquiera puede ser un héroe, se corre el peligro de que existan muchos impostores