Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Manek, un joven que vive en el desierto, tiene una vista muy poderosa que le permite ver claramente a leguas de distancia. La agudeza de su mirada lo lleva a descubrir a una mujer, Akundi, quien se encuentra lejos de todo por culpa de una maldición; destinada a permanecer sola, a que nadie se le acerque y que, quien lo intente, quede maldito también. Su única forma de liberarse es que alguien la alcance hasta la lejanía desconocida en la que se encuentra, sentencia establecida por la maldición, dictada firmemente con la imposibilidad de que suceda. Manek y Akundi establecen largas pláticas leyendo sus labios y, a pesar de la distancia, comienza a crecer un amor entre ellos. Sin embargo, el hecho de que exista ese sentimiento hace que la maldición recaiga sobre Manek y todo lo que le rodea. A modo de leyenda, Alberto Chimal narra una historia de amor que lucha por vencer lo imposible.