Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
Aunque jugaba y peleaba como los otros niños, había nacido con los cabellos tan rojos como llamas danzando en su cabeza y los ojos tan verdes que la gente lo llamó Chanyelín, el hijo de las hadas. Cuando Chanyelín entrecerraba los ojos podía ver a los duendes y descubrir a las hadas. Por eso fue el único que vio cuando los enanos peludos se robaron a la doncella Ariana. Sólo él puede salvarla.